Una barrera ha caído entre la humanidad y el espacio. A lo largo de los siglos, el mundo se ha urbanizado hasta que el planeta entero es una sola metrópolis superpoblada. Capa sobre capa, la acumulación de arquitecturas dé una complejidad creciente genera relaciones geománticas que culminan en la acumulación de energía en los nexos apropiados: el plasma. Con plasma, cualquier cosa es posible. Su uso, controlado por la Compañía del Plasma, está celosamente reservado a los que pueden pagárselo. Y por eso mismo, es la posesión más codiciada por los que desean subvertir el sistema, y también por aquéllos que simplemente buscan salir adelante: Cuando Aiah, funcionaria de la Compañía y miembro de una minoría oprimida, topa por casualidad con un depósito de plasma sin cartografiar, la cuestión no es si aprovechará la oportunidad para alcanzar poder y fortuna, sino a quién entregará su lealtad, y con ella un recurso de potencia prácticamente ilimitada. En este soberbio despliegue de capacidad imaginativa, finalista del premio Nebula, Walter Jon Williams se adelantó al movimiento New Weird con la construcción de un mundo fascinante y abigarrado que no se olvida fácilmente¡. |