El presente estudio de René Guénon viene a ser un complemento de El simbolismo de la cruz (publicado en esta misma colección), obra en la que se exponía una representación geométrica del ser enteramente basada en la doctrina metafísica de los estados múltiples, doctrina que tiene un carácter fundamental y cuyo alcance permiten comprender estas páginas. Guénon ofrece aquí un desarrollo más amplio de esta teoría, tanto en su propio principio como en algunas de sus aplicaciones, en lo que concierne más particularmente al ser considerado en su aspecto humano. El estado humano, como recuerda Guénon, no es sino un estado de manifestación como todos los demás y entre una infinidad de otros estados, y se sitúa en la jerarquía de los grados de la Existencia en el lugar que le asigna su propia naturaleza, lugar que no le confiere ni superioridad ni inferioridad absolutas. El hecho de considerar particularmente este estado y de tomarlo como término de comparación al hablar de estados superiores e inferiores, es simplemente porque es aquel en que nos encontramos de hecho y el único que podemos captar directamente en cuanto individuos. Este estudio denso y profundo es una de las obras mayores de Guénon y ejemplifica su rigor y su maestría como expositor de la metafísica tradicional. |