Exiliada de Turquía cuando era una niña, la princesa Selma se instaló en la india y se casó con un rajá. En avanzado estado, viajó a París para dar a luz en las mejores condiciones para su bebé, pero cuando llegó allí los nazis ya habían invadido Francia. Sumida en la pobreza, desesperada pero libre, la princesa Selma vio nacer a su hija Kenizé. Tras la temprana muerte de su madre, la niña se crió en un orfanato sin saber quiénes eran sus padres, y al cabo de los años, tras investigar la historia de su familia, convertida ya en periodista, Kenizé Mourad acabaría relatando la vida de su madre en este cautivador testimonio, una obra viva y realista que refleja con sensibilidad el ambiente y la idiosincrasia de un mundo ya desaparecido. |